martes, 5 de octubre de 2010

Mi primera vez


Quien me lo iba a decir, que me pillarían con las manos en la masa. No era la primera vez que estaba en estas lides, pero si mi primera como elaborador de pan artesano con masa madre.
Que mejor excusa para pasar el domingo. Reunidos un grupo queriendo recuperar sensaciones perdidas. Amantes del pan con mayúsculas.
Mucha ilusión, evocando situaciones de niñez. Expectantes, con un ápice de competitividad sana.
Empiezan las explicaciones, nos ponemos manos a la obra, vamos añadiendo ingredientes y te sientes alfarero.
No tardan en surgir preguntas, y los primeros aromas. Se abre ante nosotros el mágico mundo de las levaduras.
Hay comparaciones. Pero seguimos metidos en nuestro papel. Pasa por nuestra mente tantas ideas.
Aquello va tomando forma, hay que ser pacientes. Encontramos ciertas formas de bienestar espiritual.
Nos damos cuenta que al ser humano le va investigar. Proporciones, formas, ingredientes, texturas, sabores. Dejar volar la imaginación.
El tiempo y un poco de calor terminan por dar sentido a nuestra obra.
La felicidad de lo acabado y que servirá para repartir alegría a todo aquel que se acerque a probarlo.
Pocas veces me he sentido tan realizado. Un tronzo de Pan cuantas sensaciones puede albergar.
Por un momento pienso si pudieras dar un pedacito de Pan a cada persona necesitada en el mundo.

1 comentario:

Smiorgan dijo...

Bonito Post, Bentley.
Una de las cosas más deliciosas que hay es el pan recién hecho. Y he leído por ahí que ese es el olor preferido de los hombres (entiéndase homres y mujeres)
Saludos.